En Nimes, denuevo
Ante la naturaleza, todos somos iguales. Es lo primero que pensamos después de ver las inundaciones que hay en el sur de Francia, aquí donde estamos nosotros, en las calles que acabamos de pasar, tratando de buscar leche. El supermercado cerrado con un río pasando a su lado, calles cerradas, visibilidad cero, resultado: una imagen muy parecida a Santiago último, cuando ese sábado se salió el canal San Ramón y dejó la escoba en La Reina, así mismo estamos acá, con susto de que se nos entre el agua, pero con una tranquilidad absoluta y regocijante de saber que tuvimos suerte, gracias a Dios.
Ayer llegamos de Chile, después de 26 horas de viaje, después de pasar por Buenos Aires, Sao Paulo, Londres, París, Nimes, Milhaus. Decidimos regresar ayer después de la llamada recibida por Cristóbal que cancelaba la entrevista del 8, fue un golpe bajo, pero lo tomamos bien, regresaríamos ese mismo día a nuestra casa, pero ¿cuál?, habíamos dejado el depto y el nuevo aun no lo desocuparían. Por suerte tenemos a nuestro buen amigo Héctor quien amablemente nos albergó en su casa en Milhaus, un pueblo cerca de Nimes. Supimos que el día anterior había llovido un montón, que varias personas se habían inundado y que un alemán recién llegado, había estado hasta las 2 de la mañana paleando el agua, nada nuevo para nosotros. La estación de trenes había sido clausurada y que solo la habían abierto ese día en la tarde, el día que nosotros viajamos.
Estábamos contentos de llegar y ver que estaba todo bien, nada de posas, nada de lluvia, solo un poco, pero que no duro mucho. Llegamos al rinconcito y como siempre fuimos bien recibidos con unas empanadas invitadas por nuestro amigo Héctor. El nos puso al tanto de las noticias, las inundaciones y las nuevas leyes aprobadas en Chile. Beatriz, su esposa, acompaño a Cristóbal a buscar el auto, que a esas alturas, pensábamos encontrar inundado. Por suerte estaba bien, con olor a humedad, pero bien, vivito y andando.
Como a las 8 nos fuimos a Milhaus, a dormir en casa de Héctor, en el estudio donde dormían Móni con Rogelio. Nos duchamos y a la camita!!!, estaba media húmeda la pieza, pero filo, no tenía pinta de seguir lloviendo…..hasta que despertamos en la mañana con goteras por todas partes!!!, había llovido en la noche lo equivalente a 1 mes, y creo que con la sequía que había, la tierra estaba más dura y no absorvio nada, pusimos tiestos y jarrones para atrapar las goteras y nada, después de un rato de corrían, pues llovía con pica. En la tarde cuando paro un poco fuimos a comprar leche, pero nada, los súper cerrados, las calles cerradas, bueno, estaba la embarrada.
Nos devolvimos a la casa, empapados al caminar 1 cuadra miserable y prendimos la tele para ver las noticias, y claro, todo el Gard bajo el agua, las autoridades dijeron que hoy solo era alerta naranja y se equivocaron porque estamos en rojo!!! , las calles inundadísimas y cerca de donde vivíamos, por donde yo corría ahora hay un río ……..nos salvamos!!!, porque de seguro nuestro depto antiguo debe estar con unos 20 centímetros de agua, por suerte nos cambiamos antes, porque habríamos perdido todo…realmente hemos tenido mucha suerte de llegar ayer y de no estar allá, que bueno, todo pasa por algo.
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