Aquí, en un lugar al sur de Francia...
Día a día, en la maison à Nîmes, los amoureux se visten de preguntas, reclamos y besos. cada día algo nuevo, una palabra un gesto un abrazo....un combito, una rabieta, un mordiscón....que pasará??, serán los sintomas de la vida juntos??? Esto y mucho más...(y de menos tambien), en nuestro próximo Blog.... Aquí, en su mismo compu, en su mismo servidor de internet...
sábado, octubre 29, 2005
Emma
Si tuviera un cuenta felicidad, ya estaría en la zona roja. Hoy vi a mi bebé, del que siempre hablamos, lo ví moverse, su cabeza, sus piernas, su corazón latir fuerte, todo, completo y por fin supimos su sexo…NIÑITA!!!!!!, Siempre supe, pero ya que todos decían que era niñito, me entraron las dudas, hasta que el doctor dijo “C’est une fille”, es una niña!!. Con Cristóbal nos tomamos la mano bien fuerte, porque sabía que los dos teníamos ganas de llorar de felicidad, de ver que todo estaba bien, que nuestra pequeña Emma está sanita. Así nos quedamos el resto de la ecografía con la mano tomada bien fuerte, mirando a nuestra hija en el monitor.
Una alegría enorme nos invadió, y al mismo tiempo miles de preguntas se me vinieron a la mente, ¿seré buena mamá?, ¿me querrá?, ¿qué voy a hacer?, no sé, creo que es natural, es un poco lo desconocido, el enfrentarse a una nueva situación, una situación maravillosa en la vida que no tiene comparación alguna. Cuando pienso esas cosas, de qué haré y como lo haré, siempre pienso en mi abuela. Mi abuela tuvo 11 hijos, en el campo, sin saber leer, ni escribir, con lo mínimo. Todos están vivos y son buenas personas, son mi familia y no porque sea mi familia digo que son buenas personas, porque hay veces que uno tiene familia que no vale la pena contar. Ellos son buenas personas, generosos, amigables, son gente feliz, siempre riendo, tirando bromas, preocupados por los demás. Mi abuela los crió a todos, dentro de la precariedad y para mi es un ejemplo. En eso pienso cuando se me vienen las preguntas a la cabeza.
Seremos padres de una niña, ya somos padres de Emma. En la ecografía se veía perfecta, preciosa, con todo lo necesario para decir que es una niña hermosa, si bien estaba en blanco, negro y gris, ver su cuerpo, sus contornos, su nariz, para mi ya es la niña más linda del planeta, no se a quien se parece, pero eso es lo mejor, porque será un ser independiente, amable, cuidable, educable, abrazable, será un bebé, será nuestro bebé, nuestra primera hija. Claro que aún es raro, ver que esta completa, con todo, pero que esta oculta en mi vientre, para después hacer su gran aparición cuando lo estime conveniente, es tenerla y no tenerla al mismo tiempo, es sentirla, pero no escucharla, ni tocarla, pero saber que escucha, que se mueve, que esta sana.
Quizás todo se va viendo en el camino, por muchos libros que lea, por muchas preparaciones al parto a las que asista, todo se ve “en la cancha”, veremos como enfrentamos esto, los dos, Cristóbal y yo. Lo único que sé es que tenemos lo básico, muchísimo amor.
En Nimes, denuevo
Ante la naturaleza, todos somos iguales. Es lo primero que pensamos después de ver las inundaciones que hay en el sur de Francia, aquí donde estamos nosotros, en las calles que acabamos de pasar, tratando de buscar leche. El supermercado cerrado con un río pasando a su lado, calles cerradas, visibilidad cero, resultado: una imagen muy parecida a Santiago último, cuando ese sábado se salió el canal San Ramón y dejó la escoba en La Reina, así mismo estamos acá, con susto de que se nos entre el agua, pero con una tranquilidad absoluta y regocijante de saber que tuvimos suerte, gracias a Dios.
Ayer llegamos de Chile, después de 26 horas de viaje, después de pasar por Buenos Aires, Sao Paulo, Londres, París, Nimes, Milhaus. Decidimos regresar ayer después de la llamada recibida por Cristóbal que cancelaba la entrevista del 8, fue un golpe bajo, pero lo tomamos bien, regresaríamos ese mismo día a nuestra casa, pero ¿cuál?, habíamos dejado el depto y el nuevo aun no lo desocuparían. Por suerte tenemos a nuestro buen amigo Héctor quien amablemente nos albergó en su casa en Milhaus, un pueblo cerca de Nimes. Supimos que el día anterior había llovido un montón, que varias personas se habían inundado y que un alemán recién llegado, había estado hasta las 2 de la mañana paleando el agua, nada nuevo para nosotros. La estación de trenes había sido clausurada y que solo la habían abierto ese día en la tarde, el día que nosotros viajamos.
Estábamos contentos de llegar y ver que estaba todo bien, nada de posas, nada de lluvia, solo un poco, pero que no duro mucho. Llegamos al rinconcito y como siempre fuimos bien recibidos con unas empanadas invitadas por nuestro amigo Héctor. El nos puso al tanto de las noticias, las inundaciones y las nuevas leyes aprobadas en Chile. Beatriz, su esposa, acompaño a Cristóbal a buscar el auto, que a esas alturas, pensábamos encontrar inundado. Por suerte estaba bien, con olor a humedad, pero bien, vivito y andando.
Como a las 8 nos fuimos a Milhaus, a dormir en casa de Héctor, en el estudio donde dormían Móni con Rogelio. Nos duchamos y a la camita!!!, estaba media húmeda la pieza, pero filo, no tenía pinta de seguir lloviendo…..hasta que despertamos en la mañana con goteras por todas partes!!!, había llovido en la noche lo equivalente a 1 mes, y creo que con la sequía que había, la tierra estaba más dura y no absorvio nada, pusimos tiestos y jarrones para atrapar las goteras y nada, después de un rato de corrían, pues llovía con pica. En la tarde cuando paro un poco fuimos a comprar leche, pero nada, los súper cerrados, las calles cerradas, bueno, estaba la embarrada.
Nos devolvimos a la casa, empapados al caminar 1 cuadra miserable y prendimos la tele para ver las noticias, y claro, todo el Gard bajo el agua, las autoridades dijeron que hoy solo era alerta naranja y se equivocaron porque estamos en rojo!!! , las calles inundadísimas y cerca de donde vivíamos, por donde yo corría ahora hay un río ……..nos salvamos!!!, porque de seguro nuestro depto antiguo debe estar con unos 20 centímetros de agua, por suerte nos cambiamos antes, porque habríamos perdido todo…realmente hemos tenido mucha suerte de llegar ayer y de no estar allá, que bueno, todo pasa por algo.
D A 2
Son tantas las razones para querer estar toda la vida con una persona, compartir días y noches, vacaciones, trabajo, rabias, penas y alegrías, hijos, tareas y colegios, son innumerables las situaciones que hemos pasado y que nos esperan aún para hacerles frente, situaciones buenas y malas, pero que de a dos es mejor enfrentar, de a dos tenemos más fuerza, ambos somos más fuertes, fuertes para fundar una familia, nuestra familia, para edificar nuestros sueños, apoyarnos en cada paso, reírnos de leseras, hacernos cosquillas, pelearnos por leseras, comer leseras, ser cómplices de nada y de todo a la vez, ser amigos, llorar juntos, crecer juntos, seguir creciendo.
Todo se viene a la mente, cada día, el primer y el último, el primer beso y el último beso, la primera mirada y la última, todo pasa rápido que imagínense, estamos aquí, en Francia esperando un hijo y formar una familia, y es sólo hace 3 años y medio que todo comenzó, bueno, de eso tengo mis dudas. (Para mi, todo comienza cuando nacemos, por consecución de cosas, una lleva a la otra y así, se explica todo y bueno, así coincidimos después de mucho en la Universidad de Chile, en diseño en segundo año, todo lo anterior nos llevó hasta allí).
Ahora estamos los tres, Cristóbal y yo, cada uno en su computador, escuchando las noticias y mirándonos cada cierto rato para mandarnos una señal cariñosa y nuestro bebé en mi vientre. Todo este tiempo, puedo decir y testificar, ha sido maravilloso. ¡Si acepto!, es él con quien quiero pasar el resto de mi vida, mi amor, mi amigo, mi todo. Acepto también que la tarea puede que no seas tan fácil, pero tengo la fuerza que me da el amor para enfrentar lo que venga.
Benedictinos, Chile
El último domingo fuimos a misa a los benedictinos. Pedro nos había pedido que fuésemos y la verdad es que yo tenía muchas ganas de conocer esa misa de la que tanto me habían hablado. Cuando llegamos me impresiono la arquitectura, súper minimalista, me gustó. Adentro no había nada más que el altar simple y bancas para sentarse, no había cruz. Cuando llegaron los benedictinos supe que ellos son los que traen la cruz y la colocan simbólicamente frente al altar, como remarcando la presencia de Dios.
Más que nunca puse atención a la misa, a cada palabra y creo que por eso no se me hizo larga, no se si por estar embarazada o por el tiempo que no había ido, pero me emocionó mucho estar ahí, fue súper simbólico, sentía que estaba dando gracia por todas las cosas que nos han pasado, nuestra vida juntos, el trabajo de Cristóbal, mi sueño de vivir en otro país y lo más importante, nuestro hijo.
Terminó la misa y salimos. Pedro y Luisa se habían quedado adentro. Cunado salimos yo estaba tan emocionada que lloré, porque sentía (y siento) que somos súper afortunados de estar juntos, de tener amigos que nos quieren, una familia que nos ama y poder compartir la noticia de ser padres con todos y que todos estén tan tan felices, es maravilloso, no hay nada más importante que sentir el amor de los que te rodean y ver que ellos se ponen contentos con tus logros, somos muy afortunados.
De pronto aparece la Luisa y nos dice que un cura nos va a bendecir, a los tres, para que lleguemos bien, en nuestro regreso. Yo me seque las lagrimas y fuimos. Era en una capilla, había harta gente y no veía a ningún cura. Esperamos un rato y aparece un cura viejito, de unos 90 años. Nos pusimos los 4 rodeando al cura, como en un círculo, Cristóbal y yo nos tomamos de la mano y empezó a buscar la bendición para los que viajan (hay bendiciones para todo parece), no encontraba la hoja. Pedro aprovecho ese instante para decirnos que nos tenía un regalo… eran anillos, uno para cada uno, el símbolo de la unión y fue allí cuando no pare de llorar de pura felicidad. El curita por fin encontró la página y comenzó a darnos la bendición en latín, no entendí mucho, pero como estaba llorando ni en español hubiese entendido.
Esa mañana fue mágica, llena de sorpresas y emociones. Cristóbal estaba nervioso y era de puro aguantarse la emoción. Finalmente fuimos al pueblito a comer empanadas de queso y pino y a comprar dulces antiguos como los “pololeo”, manjares, huevitos, guaguitas…mmmm!!! Comiendo las últimas cochinadas en chilin!.
Gracias por esa mañana, la mañana del 4 de septiembre del 2005.
En Chilers
Lo único que queríamos era llegar a Chile, ver pronto y rápido París y subirnos al avión. Extrañábamos todo, la familia, los amigos, los árboles, las calles, todo. Si bien no había pasado mucho tiempo, apenas 11 meses, teníamos ganas de sentirnos en casa y Chile, Santiago, es nuestra casa. Por eso muchas veces cuando hablan mal de tu casa da rabia y pena, sabemos los pro y los contra de Chile, pero de ahí a hablar mal de tu país, es francamente amargo. Nos vinimos con comentarios bien desalentadores sobre los nuevos progresos, la costanera norte principalmente, cuando nos fuimos todavía estaba en construcción, así que no sabíamos que encontraríamos. Daba lo mismo, claro es mi país, pero la infraestructura era una de las cosas que menos me importaba a esas alturas donde solo pensaba en ver a mi familia.
El viaje fue largo, largísimo, cansador, pero ibamos a casa, llegaríamos a descansar, regalonear y a dormir, solo eso en mente, descansar….lo que no hicimos mucho.
En el aeropuerto nos esperaban nuestras familias, con flores y abrazos, con mucho amor, pero con la sensación de haberlos visto hace poco, gracias a las comunicaciones.
Nos fuimos a la casa por la costanera norte, buenas calles, nada que me desagradara tanto como para ponerlo de tema en una conversación, la verdad la encontré bien, nos demoramos menos, claro que hay que pagar y eso si es una lata. Punto.
Que rico poder reencontrarse con lo conocido, cada calle, los barrios, todo, era llegar a lo mío, lo nuestro, eso que te pertenece ya de tanto recorrerlo, de crear lazos con la tierra, la gente, las calles, saber donde están los barrios peluos y los cuicos, los barrios baratos y los caros, decir “voy a patronato” y listo, o “voy a independencia”, o “voy a rosas” o “voy al alto”, etc, etc, llegar a la calle donde esta tu casa, o la de tu mamá, ver los árboles, el hoyo de la vereda que esta desde que te fuiste y de mucho antes incluso, todo eso, el pasto, el aromo del frente, el Mapocho, todo eso con lo que creciste, el parque forestal, el almacén de la vuelta, el portero del edificio, el cartero resongon, cada minuto es un redescubrimiento, un reconocimiento, una felicidad de estar ahí y decir “este es mi país y pertenece”.
Nos esperaron con empanadas, almorzamos todos juntos y eso fue rico, nos sentimos más familia que nunca, más con nuestro hijo por llegar, fue entretenido y emocionante, todos querían saber todo, mi hermana quería mostrarme sus fotos de la montaña y yo mostrarles las de París, fue una gran alegría verlos a todos bien, y ver que casi un año es absolutamente nada cuando tienes más de 20, porque claro, los primos chicos, grandes, los bebés, niños y así, solo ahí vemos el paso del tiempo.
Ese día estuvimos cansados, entre el viaje y el cambio de hora, me acosté a las 7 de la tarde, y desperté a las 5 de la mañana, pero feliz, dormí con mi hermana, quería estar con ella lo más posible, todo el día y la noche, a cada segundo, que me contara todo y nada, que solo estuviera al lado mío y punto, abrazarla y regalonearla.
Los días se pasaron volando, 19 días no es nada para compartir con tantos amigos y tanta familia que nos quiere, eso fue rico, sentir el cariño de todos, sobretodo cuando contamos la gran noticia, estábamos en la casa de Cristóbal con todos los amigos y el dice: “vamos a ser padres” y en un segundo escuche silencio, gritos, ooooohhh!!, fue divertido, ver las reacciones de nuestros amigos, ver su felicidad y su asombro, jajajaja, fue lo mejor, por algo nos aguantamos 3 meses para contarlo.
Lo pasamos demasiado bien, pero fue rápido, aun no nos damos cuenta como ya estamos acá en Nîmes, para la próxima sabemos que por lo menos debemos ir un mes, nos faltaron tantas cosas que hacer, que visitar, que comer, que disfrutar. A continuación paso a numerar todas las cosas que nos faltaron hacer:
1 ir al cine a ver la fabrica de chocolates
2 ver los coristas con la cata comiendo sufles
3 ver el viaje de shihiro con la cata comiendo chocolates
4 comer dulces de tablilla
5 sacar fotos de santiago y de la cordillera nevada hasta abajo
6 ir a la vega
7 ir a comprar a independencia
8 ir al museo, porque si
9 pasear más por el centro
10 ir a rosas
11 ver a todos los amigos por 2 o 3 vez
12 ir a la playa
13 quedarme más días en el campo con mis abuelos
14 almorzar en la casa de la Camila
15 comer más empanadas y más cazuela
16 regalonear más
17 tomarme los milk shake que se quedaron en el refri
18 ver a la maca
19 invitar a comer una segunda vez a todos
20 estar acostada un día completo viendo tele con la cata y afuera lloviendo.
21 comerme un “estereo”
Son más cosas , pero cuando las enumero siempre parecen menos, es que cada una significa mucho (aunque hablamos casi de pura comida, jajajajaja).
CUMPLE EN LA TORRE
El día comenzó así: abrí los ojos y vi a Cristóbal un poco más allá, salté de mi cama a la de él para saludarlo por mi día de cumpleaños y le di un enorme abrazo. Desperté así, contenta, en mi cumpleaños número 28.
Tomamos desayuno y salimos con rumbo a la Torre Eiffel, sería la primera vez que la visitaría, pues nunca había estado en París, bueno y en Europa en general. Tomamos el metro y después de un par de cambios de líneas llegamos a la estación ¨Birhakeim¨. Apenas salimos se veía la torre, super grandiosa, jajajaa, me acordé de la que mi mamá tiene en la casa de recuerdo, en pequeñita, me sentí como encojida..jajaja. ahí estaba, en vivo, tan familiar y distante, mientras más la miraba, más me costaba convencerme de estar ahí, de estar ahí, de estar ahí, como mil veces me repetí: “ya llegamos”. El día estaba nublado y frío, nada que ver con la sensación de alegría y calor que me inundaba. Llegamos a los pies de la torre, donde se vivía una especie de torre de bable, miles de idiomas entremezclados, español, alemán, catalán, japonés, nosé, miles, cómo la cantidad de turistas ansiosos por subir y entre todos, nosotros, los tres.
Esperamos media, una hora, hasta que pagamos nuestro derecho a entrar, 10.70 euros por cada uno…y al ascensor se ha dicho!!, entramos felices y subimos hasta el segundo nivel, donde esperamos 30 minutos más para poder llegar a la cima. Ya veíamos París desde las alturas, el viento soplaba fuerte y frio, a pesar de ser verano, pero nada tan terrible que un buen abrazo no pueda calmar!!. Finalmente tomamos el otro ascensor paa la cumbre. Aún me sentía rara, como en esos días que uno no sabe “pa´onde va la micro”, estaba tan feliz de estar ahí con Cristóbal, disfrutando los dos de un momento inolvidable. Se abrieron las puertas del ascensor y ahí estabamos, en la punta de la torre, un lugar pequeño donde están las banderas de diferentes países y la distancia que hay desde la torre hasta ellos. Lo primero fue buscar Chile….11.625 km!!!! C’est beacoup!!!. Después subimos a la parte abierta donde se ve todo París, unos rayos de sol nos saludaron y nos dieron la bienvenida a las alturas, fotos y más fotos, aprovechamos al máximo el tiempo en la torre. Cristóbal me dice que veamos la oficina de Gustavo Eiffel que estaba ahí en la torre, me acerque a mirar y de pronto me dice que tiene un regalo para mi y me entrega un tarjeta naranja…. ”feliz cumpleaños”, y adentro… Casi ni podía leer, porque desde que vi que Cristóbal me había escrito algo (nunca me había escrito nada porque sé que le cuesta un montón), me puse a llorar de la emoción, de estar ahí con él en mi cumpleaños en París, en la torre, leer sus palabras, fue lo mejor del día, el mejor de mis cumpleaños. Ahí en esa tarjeta estaba la proposición de formar una familia, para casarnos y tener a nuestro bebé juntos, una familia!!!!, lloré de pura felicidad, no era un sueño, era de verdad y me estaba pasando a mi, en el lugar más romántico de la tierra, con el hombre que más amo en el universo!!. Así se pasó allá arriba, en las nubes, bien cerquita del cielo.
Caminamos por la orilla del Sena y luego rumbo al barrio latino y encontramos en el camino una tienda de libros, cedes y películas usadas, todo demasiado barato, un contraste total con el resto de París, libros a 80 centavos, unas baratijas. De pronto aparece Cristóbal con un libro de uno de mis diseñadores favoritos Karim Rashid, y el precio…el precio era lo mejor, 4.5 euros!!!! Un libro que bien podría costar 40 euros!!! Estaba ultra feliz, y sin importar el peso lo compramos. Lo chistoso fue que no había otro libro de diseño, uno que le gustara a Cristóbal, había ese no más, como un regalo de cumpleaños escondido, súper coincidencia.
Después fuimos al barrio latino a comer Creps, y bien chico el mundo, nos encontramos con Javier y Olguita, que viven en Barcelona!!! Jajajajaa, encontrarse un día feriado en París, en agosto, nosotros que vivimos en Nimes, era la muestra perfecta de lo chico que es el mundo. Obviamente, yo que soy una romántica, atribuí inmediatamente ese encuentro a mi tercer regalo de cumpleaños, claro, era como un regalo encontrarse con ellos, pues son un amor de persona. Así que estaba súper contenta y me sentía hiper especial…jajajajaja, como la niña que soy.
Al final del día, fuímos a comer comida iraniana armeniana….mmmm, rico, rico, era lo ideal para terminar un día especial, comiendo algo especial. De entrada un yogurt natural a la menta con pepino picado y pasas. De segundo, un arroz al azafrán y pollo al curry, y de postre SHOLEZARD…mmmm, arroz con almendras en láminas, agua de rosa y no sé que más…..mmmmm, exquisito!!!!! Pucha que lo pasamos bien, demasiadas emociones en el día, un día para nunca olvidar, demasiado bueno. Gracias Toby por tu amor y por ese día inolvidable..TE AMO!!!!!!
En Paris
EL COMIENZO
No se por donde empezar. Ya llegamos y buenop, tengo una deuda enorme con el blog, con nuestro blog. Todo empezó hace exactamente el 9 de agosto con 4 maletas cada una de 32 kilos y 3 bolsos de mano, subiendo al TGV con rumbo París.
París era la excusa perfecta para tener que ir a tomar el avión para Chile, claro que más que excusa era la purita verdad, estaríamos 7 días ahí antes de partir a nuestro Chilin querido. Los días en París fueron intensos y agotadores sobre todo en mi estado…ahhh¡¡¡¡!¡!!!! se me olvidaba, la verdad no, pero es que en esos días nadie sabía la gran gran noticia, nadie más que la familia y uno que otro amigo y amiga de confianza, la gran noticia de que seremos padres en marzo próximo!!!!!!!, algo que guardamos en secreto por 3 meses sólo para ver, en vivo y en directo, las reacciones de nuestros amigos…bueno, eso es en otro capítulo.
París, pomposo y asfixiante, una hermosa ciudad inhabitable, con grandes y pequeñas calles, con barrios para todos los gustos y turistas por montones, con museos maravillosos y lamentablemente caros, como todo, una ciudad llena de actividades en el verano, París plage, cine al aire libre (una de las cosas que más me gustó, además era un clásico, Unforgiven con Clint Eastwood), voleibol playero, música, etc, etc…Tratamos de visitar lo más posible, descansando cada tanto. Nos quedamos a dormir en casa de amigos, turnándonos para no molestar, pues las maletas ocupaban un gran espacio y eso se notaba (y lo hicieron notar), pero bueno, igual lo pasamos bien.
Los días pasaron rápido, visitamos el Centre Pompidou, la galareía de la evolución, el museo de la Vilette, Notre Dame, Les Champs Elysees, El arco del triunfo, el jardín botánico…y más, pero en 7 días no se puede recorrer mucho, tratamos de hacer los puntos más importantes y listo, conocer algunas tiendas de moda, las plazas y los jardines más próximos, pero aún así fue corto el tiempo, muy corto.
Entre esos días fue mi cumpleaños, mi cumpleaños número 28 y lo celebramos como lo merezco..jijijijiji (que patúa), en la Torre Eiffel!!!!!!!!