Dia de playa

Recuerdo cuando salí la primera vez, le di pecho a la Emma y la deje con su memé. No me acuerdo la hora, pero era la mañana. Salí, miré el reloj “tengo media hora” pensé. Tome el ascensor y encontré que era re lento. Salí de él casi corriendo, hasta que llegue a la puerta de entrada y salí al fin a la calle. Hacía un mes que no salía a la calle. El día estaba exquisito, con un perfume de playa, brisa fresca y sol amable, respire profundo. Miré otra vez la hora y apuré el paso. Iba al supermercado que estaba a dos calles, era la parte más cercana para ir a comprar, no se qué, no me acuerdo. “me tengo que cuidar” pensé, “soy el alimento de la Emma”, pensé mientras miraba bien si venían autos. Yo como comida, yo como fuente de vida de mi bebé, Emma me necesitaba 100%, yo debía tenerlo más que en cuenta. Esperé la luz verde y crucé. En el supermercado no recuerdo que compré, sólo que en la fila para pagar pensaba “tengo un bebé que me espera, apúrense”, lo repetía en mi cabeza y miraba la larga fila y lo lenta de la cajera, lo pensaba tan fuerte que sentía que lo gritaba. Miré la hora, habían pasado 15 minutos desde que había cerrado la puerta del departamento. Pagué y salí rápido. Tampoco recuerdo la vuelta, sólo cuando llegue a la casa y ví que Emma dormía feliz y tranquila en los brazos de su memé. Era la primera vez que salía.