Aquí, en un lugar al sur de Francia...

Día a día, en la maison à Nîmes, los amoureux se visten de preguntas, reclamos y besos. cada día algo nuevo, una palabra un gesto un abrazo....un combito, una rabieta, un mordiscón....que pasará??, serán los sintomas de la vida juntos??? Esto y mucho más...(y de menos tambien), en nuestro próximo Blog.... Aquí, en su mismo compu, en su mismo servidor de internet...

sábado, marzo 18, 2006

La llegada de Emma


A las 4 de la mañana me levante al baño con una contracción un poco mas fuerte que de costumbre. Me quede despierta contando con cuanta frecuencia venían, eran las 4:15 de la mañana. Cinco minutos y después otra, cinco minutos y después otra, pero no eran tan fuertes, no tanto para salir corriendo a la clínica. Cristóbal dormía placidamente y ni siquiera se despertaba con la luz de la lámpara del velador. Seguí contando hasta las 5 de la mañana cuando me vino otra mas fuerte, pero ahora la frecuencia se había alargado, eran cada 10 minutos. Axial estuve hasta las 6 de la mañana y desperté a Cristóbal para decirle que deberíamos ir a la clínica. Él, medio dormido se dio un par de vueltas en la cama mientras yo iba a ducharme. “Una ducha es buena antes de ir a dar a luz”, era lo que había leído en los libros del embarazo, claro, siempre es bueno estar limpia para las grandes ocasiones de la vida!.
Sin apuros preparamos todo, desperté a mi mama y mi hermana que estaban en la pieza de al lado, eran las 6:45 de la mañana del día jueves 9 de marzo. Ellas se percataron y estaban felices de que la fecha fuese esa, al igual que sus cumpleaños, un DIA 9.

Salimos con Cristóbal, estaba amaneciendo, quedaba una estrella en el cielo, era la mas luminosa que había visto, supongo que la emoción del momento la magnifico, era mi Emma que poco a poco se acercaba a nosotros.
En el auto nos acordamos de una canción bien tonta, y la cantamos. Calentamos el motor y nos fuimos, las contracciones seguían mas fuertes y seguidas, era el anuncio de Emma, sin lugar a dudas.

Llegamos a la clínica y subimos al segundo piso de la maternidad. Entramos directamente al bloque de operaciones donde reciben a las futuras madres en trabajo de parto. El trabajo de parto se llama así, porque de verdad que el cuerpo esta trabajando para que salga el bebé, el útero se contrae involuntariamente y uno debe soportar los dolores con bastante voluntad y altura de miras, ja!, me gusta esa frase.
Esperaos un poco porque no habían enfermeras a la vista. Cristóbal se asomo nervioso por una oficina hasta que alguien lo vio y le pidió que esperara. Al rato lego una enfermera, la matrona, una señora de 45 años mas menos, de estatura pequeña, pelo corto rubio, y con una cara de pocos amigos. Su cara me miro diciendo “y?” ningún tipo de pregunta, ni acogida. A pesar del dolor de una contracción me pare de mi asiento y le comencé a explicar que estaba con contracciones cada 5 a 6 minutos desde las 4 de la mañana. “Cinco”, me corrigió, porque son cada cinco minutos y no 6…nadie le iba a discutir nada en ese momento.

Nos llevaron a una sala de preparto, con una cama y un balón de plástico grande para relajarse y acelerar el trabajo de parto. Me colocaron un monitor en la panza, el monitor media mis latidos y los de Emma, pero lejos los mas fuertes eran los de ella, lo que nos dejaba súper tranquilos pues soportaba bien las contracciones y estaba en plena forma. Como a las 9 de la mañana volvió la matrona y me pregunto por la epidural. Durante harto tiempo averigüé sobre el parto sin dolor y sin epidural, una forma natural de dar a luz, la forma pura. Busqué información en Internet, en los libros y en la televisión y todas las mujeres coincidían en lo maravilloso que era la experiencia, que a pesar de ser un dolor “vivo”, después que tienes a tu hijo en los brazos se te olvida todo y que te recuperas súper rápido. Como en ese momento las contracciones son me dolían tanto, le dije que hasta cuando podía esperar, porque mi deseo era de enfrentar el parto sin epidural (hasta el momento de verdad que no me dolía tanto y estaba con 3 cm. de dilatación), su cara se transformo, levanto una ceja y me miro diciendo: “este dolor no es nada comparado con lo que viene, además los anestesistas están súper ocupados y no es llegar y llamar para que vengan, estamos sobrecargados en la clínica, hay un montón de partos y si quiere la epidural de todas maneras va a tener que esperar y bla bla bla….” La señora era bien desagradable, pero nadie me iba a sacar de mi estado “zen”, tenia que estar relajada para que la dilatación se efectuara, y conectada con Emma y Cristóbal para que el parto se pasara bien, además no iba a pelear con esa vieja que me iba a ayudar a traer al mundo a mi bebé. Después de eso, se fue y dijo que volvería en una rato mas.

Las contracciones seguían fuertes y seguidas, cada vez mas próximas unas con otras. Por la ventana se veian ya los primeros rayos del sol, el día se presentaba hermoso, con un cielo celeste y unas pequeñas nubes flotando, un día calido, acogedor, un día ideal para la llegada de Emma.

A las 10 de la mañana llego otra mujer, “soy la matrona de turno, así que yo estaré con usted en el parto”, Uf! Nos salvamos!. Esta mujer era alta, con esa voz que te da confianza, que se nota que tienen vocación. Me pregunto por mi acento, le dije que era chilena y lo encontró lo mas chori del mundo “el otro día había una peruana aquí!, toda Latinoamérica!” y eso al parecer le encantaba. Nos habíamos salvado de verdad.
Me pregunto otra vez por la epidural y volví a decir lo mismo, pero con una acogida totalmente diferente “cuando usted lo estime conveniente”, eso me tranquilizo y a Cristóbal también.

Las contracciones seguían, eran cerca de las 11 de la mañana y yo ya no aguantaba muy bien los dolores, trataba de respirar y hacer lo que había leído y practicado en las sesiones de preparación para el parto y nada, el dolor era mucho, como un dolor de reglas multiplicado por 100, nose como algo así. Cuando comencé a temblar del dolor supe que pediría la epidural, estaba a 5 cm. de dilatación y llevaba casi 4 horas en trabajo de parto y fácil me faltaban 5 horas mas!, y calcule, cinco horas mas con ese dolor…nop, eso si que nop. Mas que nada porque el dolor me fatiga y no estaba disfrutando para nada del momento. Llame a la matrona y pedí la epidural.

Al rato nos fueron a buscar para trasladarnos a sala de partos pues estaba sobrecargada la maternidad y yo ya estaba bien dilatada como para hacer uso de una de ellas. A penas podía caminar del dolor, sentía que no podía caminar, un pie y luego el otro, era una tarea difícil en ese momento. Me tomaba la panza y del brazo de Cristóbal y uno y dos, un pie luego el otro, hasta que llegamos. Mire el gran reloj del muro y eran las 11:30.

Cristóbal me mecía las piernas y yo trataba de respirar, de estar relajada a pesar del dolor, aun no llegaba el anestesista. Cuando al fin llego me pidió disculpas por la demora, lo que encontré lejos lo mas gracioso. Hicieron salir a Cristóbal y me senté en la camilla, incline la espalda lo mas que pude mientras me venia una contracción. Sentí un pinchazo que me dolió un poco, era la anestesia local. Después me colocaron el catéter para la epidural, listo. A los 20 minutos o mas, comenzó a hacer efecto. Sentí las piernas mas calientes, una mas que la otra, un hormigueo en los muslos y las contracciones se minimizaron. Lo bueno es que sentía igual, pero no me dolía. Al rato volvió la matrona y me rompió la bolsa de agua, sentí que corría un liquido caliente por entre las piernas. Así me dejo para seguir la dilatación, me acosté de lado, primero del lado izquierdo. Poco a poco comencé a sentir un dolor en los huesos, en la pelvis, en el coxis. A pesar de la epidural lo sentía, pero no quise que me colocaran mas dosis pues quería sentir cuando saliera la Emma. Ya eran las 14:30 y continuaba en trabajo de parto, ya mas dilatada y con Emma apoyada en la base de la pelvis, ya estaba lista para salir. La matrona volvió para decirme que llamaría al ginecólogo para dar inicio al parto. Ya conoceríamos a Emma, solo faltaban unos minutos, solo un poco mas.

Me colocaron en posición ginecológica, ya estaba con 10 centímetros de dilatación y llego el doctor. Me explicaron bien como pujar y comenzamos. Respire profundo, retenga y puje mientras dura la contracción. Respire…contenga…puje…relaje…

Emma era grande, costo un poco para que saliera, costo 8 pujes, al octavo salio…LLEGO HASTA NOSOTROS! La cosa mas maravillosa, emocionante, increíble, mi pequeña , nuestra pequeña, nuestra linda Emma…con nosotros.
Sentí cuando salio, y la vi salir, la vi y la amé y al segundo la posaron en mi vientre, en su antiguo refugio, sin llorar, sin gritar, unas poquitas quejas, nada mas. Ella había llegado, toda húmeda y resbalosa, calentita, ella en persona, por fin la conocíamos, 9 meses oculta, 9 meses de espera, 9 meses de amor estaban ahí, al fin nuestra pequeñita, por fin Emma.

Yo la miraba sin creerlo, no sabia si llorar o reír o gritar o nada, es indescriptible, es algo que no se compara con nada vivido antes, es el momento mas mágico, un momento real-mágico de esos que cuesta creer o explicar o dimensionar o lo que sea.

Nuestra Emma llego a las 15:15 del dia jueves 9 de marzo, llego para convertirnos en una familia, la familia mas feliz del mundo.

1 Comments:

Blogger ailatanotos said...

QUE HERMOSA LA EMMA, ES PRECIOSA, TAN CHIKITITA, Y EN ESA FOTO QUE SALE MIRANDO LA CAMARA ME DAN GANAS ED ABRAZARLA, DE VERDAD QUE VEO LAS FOTOS Y ME ENTERNEZCO MUCHIO, ESTOY MUY FELIZ POR USTEDES, ME IMAGINO COMO DEBEN SENTIR CADA DIA QUE LA TIENEN EN SUS BRAZOS, UN BESO PARA LOS DOS, MUCHAS BENDICIONES Y SALUD.


NATALIA SOTO

9:56 a. m.  

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