Aquí, en un lugar al sur de Francia...: St. Quentin

El viaje a St. Quentín empezó desde que salimos del salón del libro. Metro y metro, caminar rápido, subir escaleras y llegar a armar el bolso, mío y de Emma. Aline llego a los 10 minutos y volvimos a salir. Camila nos acompaño hasta la Gare du Nord. Nos tomamos el 38 y nos bajamos en el Terminal. Corrimos a sacar los pasajes y claro, el tren que teníamos que tomar ya se había ido así que compramos pasajes para las 18:04, por suerte!, pues así nos quedaba tiempo para llegar mas tranquilas, subir los bolsos, el coche y a la Emma.
Llegamos de noche y hacia un frío!!!!, estaba Cristóbal esperándonos y Emma lo vio de lejos y decía “papá, papá” estaba feliz. Llegamos al hotel, le dejamos todo a la Aline y fuimos a la inauguración del bar que recién había terminado Cristóbal. L’imprimerie, espectacular, todo y cada detalle súper bien logrado, además es un bar que diseño él, me sentía súper orgullosa de poder ver al fin uno de los bares que ha hecho, además la gente estaba alucinada y lo felicitaban del buen trabajo y todo….guauuuu!. Lo chori es que había de todo, ostras (me comí más de una docena..mmm!), champaña, quesos, canapés fríos, canapés calientes, pastelitos, de todo!, así que lo pasamos súper!, hace mucho que no salíamos juntos. Hasta las 10 nos quedamos, le tocaba el turno a la Aline de pasarlo bien.

Al otro dia almorzamos en el bar restaurante invitados por los dueños, así que súper rico!. Dormimos una siesta con la Emma mientras la Aline y Cristóbal tomaban las ultimas fotos del bar, y a las 18:30 mas menos volvimos a Paris.