Aquí, en un lugar al sur de Francia...

Día a día, en la maison à Nîmes, los amoureux se visten de preguntas, reclamos y besos. cada día algo nuevo, una palabra un gesto un abrazo....un combito, una rabieta, un mordiscón....que pasará??, serán los sintomas de la vida juntos??? Esto y mucho más...(y de menos tambien), en nuestro próximo Blog.... Aquí, en su mismo compu, en su mismo servidor de internet...

jueves, junio 02, 2005

Lac Salagou et St. Guilhem le Desert


stgui, originally uploaded by ceciliarandavidal.



El paseo comenzó temprano, con una pasada a comprar cd’s al mercado de las pulgas de Nimes, que según dicen, es el más grande del sur de Francia.
Nos fuimos Ribelino, Rogelio, Mónica, Cristóbal y yo rumbo a “Lac du salagou”, con el atlas carretero en mano y la esperanza de que esta vez Cristóbal no se pusiera tan nervioso. Siempre el atlas abierto en mis faldas y con mi dedo índice pegado en la ruta que correspondía al buen camino. No pasó mucho tiempo cuando al ir por la N113, debíamos cambiar a la D65, pero en la ciudad llamada Vendargues y nada….paso lo que tenia que pasar, nos pasamos….ahí se empezó a poner fea la cosa, cuando Cristóbal (el ogro de los viajes a estas alturas, para mi y mis amigos mexicanos) se empezó a poner mal genio y nervioso (según él) por no saber donde estábamos. Finalmente y después de muchas vueltas, dimos con la ruta que ya a esta altura era la N109.
Llegamos al lago, un lago poco concurrido y por eso bien agradable. Caminamos hasta encontrar un lugar solitario, y nos instalamos entre en el poco pasto y las piedras rojas. En un “santiamén” estábamos en el agua felices, conversando, jugando, nadando, hasta casi fuimos pescados por un par de pescadores franceses que con 10 cañas de pescar instaladas en una estructura especial y tomando cerveza a un lado sentados en unas sillitas bien buenas y que además cuando pica un pez suena una bocina, por lo que de pesca no tiene más que el nombre, nos miraban como una amenaza a sus peces.
Almorzamos unos “sanguchitos” bien ricos hechos por los mexicanos (sin picante por suerte), nos dimos el último chapuzón y nos fuimos en dirección “St. Guilhem le desert”, un pueblo perdido entre las montañas que según Héctor valía mucha la pena visitar.
En el camino pasamos por varios pueblos pequeños, de esos que tienen una iglesia maravillosamente vieja, calles pequeñitas, una que otra reliquia…todos lindos. Más adelante nos encontramos con el puente del diablo, un lugar cerca de las gargantas del Herault (río que da el nombre al departamento), un lugar hermoso, con un pequeño lago natural, tranquilo, en toda esa zona puedes bajar en balsa, durante 4 horas!!!!! Ese si que es paseo, además es realmente linda la geografía, las rocas milenarias, las grutas naturales, UFF!!!! Tenemos que volver!!!.
A poco andar, llegamos a nuestro destino final…….MARAVILLOSOOOOOOOO!!!!!!!!, Primero llegas y no vez nada y dices: “Y esto era…”, empezamos a caminar por un caminito sin mayores expectativas…cuando de repente….PLAF!!ZUM!!!.......te encuentras en medio de una ciudad de cuentos, donde las calles están perfectamente diseñadas con piedras que calzan perfecto, cada casa, cada ventana, cada puerta esta sacada de un libro para niños, de magia, de duendes y castillos encantados. La ciudad esta escondida, prácticamente en el cerro, entre los cerros, donde en la parte más alta se ven los vestigios de un mirador para los guerreros defensores del lugar, ahí es cuando uno se pregunta…¿Quién iba a llegar hasta allá?, ¿porqué alguien querría llegar hasta allá?. En nuestros camino encontraríamos las respuestas a nuestras interrogantes.
Por todo el pueblo cruzan pequeñas vertientes que descienden del cerro, hay pasillos tan angostos que solo pasa una persona a la vez (uno mediano, uno muy gordito no), las ventanas y las puertas e las casas parecen de elfos, hobbits o algún bicho de esos, bien de cuentos, porque son pequeñitas.
Seguimos recorriendo el pueblo, siempre con el sonido del agua y el canto de los pájaros, ya más entrada la tarde, con el aire tibio, con el sol ya bajando…. una sensación de paz llenaba todo. De pronto nos encontramos con lo que da el nombre al lugar y lo que respondería nuestras preguntas…. St. Guilhem le desert….una iglesia edificada en el año 806, completamente de piedra, donde descansan los restos de St, Guilhem, uno de los brazos derechos de Carlomagno. Antes el pueblo se llamaba distinto y gracias a que él llegó con un trozo de la cruz de Cristo, el pueblo se llama así, y desde ese tiempo que es un lugar de peregrinación. Allí descansan los restos de St. Guilhem y el trozo de la cruz. Por una puerta se ingresa al antiguo monasterio, un lugar lleno de paz, realmente dan ganas de estar ahí (unos 3 días, no más), un patio rodeado de una galería todo de piedra, con árboles, pastito y un estanque con peces de todos portes….lo único que quebraba la calma eran unos niños tirándole piedras a los pececitos!!, por suerte Cristóbal los retó y se fueron…al rato siguieron….no faltan (pendejos…)!!!!
En el centro de la plaza donde se encuentra la iglesia, hay un árbol gigante, que pensamos data de hace mucho tiempo…jjijijiijijiji.
Terminábamos bien nuestro paseo, relajados y felices, listos para visitar las grutas, pero ya habían cerrado así que seguimos rumbo a un pueblo llamado Gignac, donde había un camino del penitente con 10 estaciones (o algo así), bueno al final no pudimos pasar.
En el camino, todos felices conversando, riendo, “echando la talla” de los pasaportes, de que íbamos con puros ilegales …….y no nos paran los pacos!!! En una vuelta nos estaban esperando!!!!!!, cagados de susto nos detuvimos, calladitos todos, Cristóbal me pedía a mi los documentos del auto….a mi!!!!!!! que no los había visto nunca!!!, al final los encontramos y los revisó, por supuesto los mexicanos ni respiraban para no ser interpelados, yo igual….Don flic miraba los papeles, le pidió el certificado del seguro que lleva MI! nombre y no el de Cristóbal, le preguntó porqué, le preguntó que cuando se iba y listo…: ”nos vamos en agosto”, así que al parecer como ya nos íbamos le devolvió todo ……..y no fue sino cuando estábamos a unos 200 metros que pudimos retomar el aire y reírnos del asunto…. ”por suerte íbamos con el cinturón!!!, jajajajaja, somos más correctos que los franceses….jajajajaja!!!!”. Ya habíamos pasado la prueba: la prueba de la ley.

El hambre de la experiencia nos hizo pasar a un Kentaky, hace tanto que no íbamos!!!!, y nos dimos cuenta lo caro que es acá la comida chatarra así que nunca más!!! (jiji).
Al fin en casa, nos acostamos a ver las fotos, para disfrutar aun más de nuestro hermoso día de aventuras…