Aquí, en un lugar al sur de Francia...

Día a día, en la maison à Nîmes, los amoureux se visten de preguntas, reclamos y besos. cada día algo nuevo, una palabra un gesto un abrazo....un combito, una rabieta, un mordiscón....que pasará??, serán los sintomas de la vida juntos??? Esto y mucho más...(y de menos tambien), en nuestro próximo Blog.... Aquí, en su mismo compu, en su mismo servidor de internet...

domingo, noviembre 25, 2007

Lanas

Cuando estaba en octavo básico, la profesora de técnico manual nos dio un trabajo. A los niños uno de bien "hombrecito", hacer una lámpara y a las niñas uno de bien "mujercita" tejer un osito para guagua, ja!.
Desde el primer momento lo único que quería era haber hecho la lámpara, pues tejer para mi era algo totalmente desconocido, quien sabe tejer en octavo básico???, alguien de colegio de monjas, tal vez. Yo no, yo no tenia idea y mi mamá no podía ayudarme mucho, pues tampoco sabia tejer ( en ese tiempo). Haciendo un esfuerzo sobrehumano, comencé a tejer no se cuantos puntos, en lana blanca para guagua, creo que vi alguna explicación, chino obviamente. Llegaba el tiempo de entregar y yo seguía con mi bufanda de 5 centímetros de largo.
El día de la entrega, veia el desfile de modas para neonatos, ositos con patitas, cintitas y hasta gorro!!!, todos de una perfecta terminación, bellos e inmaculados. Pasaban y pasaban, quizás a muchas las ayudo su mamá (no me cabe ni la mas mínima duda!) y bueno, llego mi turno. Yo la que siempre tenia puros 7 en técnico manual, llegué bien cerquita de la mesa de la profesora, mire para todos lados, solo estabas las que se sentaban adelante, nadie mas mirando, metí la mano a la bolsa de supermercado que escondía mi modelito y zaz!, apareció la obra maestra de una niña de 13 años, un tejido de unos 13 centímetros de largo que parecía mas bien un chal para muñeco nenuco que un osito de tomo lomo. “Señorita (porque así nos dirigíamos a la profesora), le juro que me esforcé todo lo que pude, hubiera preferido hacer la lámpara porque es lejos más fácil” creo que le dije. La profe me miro y me dijo pa’callao “ya, te voy a poner un 4 para que no bajes tanto tu promedio” y así fue, después de una hilera de 7 quedo registrado mi 4 piadoso.
Esa fue mi primera incursión en tejido, luego vendrían un par de bufandas que terminaban o mi mamá o alguien para cerrarme los puntos.
Convencida de que jamás tejería nada muy útil, deje las lanas. Hasta que un día…..la mamá de una amiga, la Señora Mercedes me enseño a cerrar puntos, a hacer aumentos y disminuciones y la luz se hizo..!!. Pesque los palillos que albergaban un tejido de hace 3 años, jamás terminado por falta de conocimientos, y tate!, lo termine, claro que al igual que mi experiencia de octavo, no servia ni de bufanda , pero bueno, quizás le sirva a Emma para tapar a sus muñecos (ja). Decidí empezar un chaleco, y Voici mi primera obra de arte. Lejos estoy orgullosiiisisisima de mi! . Al fin he domado las lanas.
HIP HIP URRA! HIP HIP URRA!.